La conservera delicatessen Mar de Couso lanza al mercado las primeras almejas en concha a la marinera envasadas en cristal.

El director general de la conservera delicatessen MAR DE COUSO, Juan Luis Fernández, ha anunciado el lanzamiento al mercado de las primeras almejas de las Rías Gallegas a la marinera envasadas en cristal, que recientemente ha presentado en la feria internacional Alimentaria en Barcelona. Este nuevo producto precocinado, pionero en España, es el resultado de combinar las afamadas almejas gallegas preparadas siguiendo la receta tradicional con un método único desarrollado por el departamento de I+D+i de MAR DE COUSO.


Las almejas de las Rías Gallegas a la marinera, producto exclusivo de MAR DE COUSO, facilitan al consumidor una degustación cómoda y rápida de un plato típico de la gastronomía gallega que conserva todo el sabor tradicional.



La conservera con sede en Aguiño (Ribeira) comercializa desde el año 2002 una amplia gama de platos precocinados y conservas delicatessen elaborados con productos saludables de máxima calidad, envasados en cristal. El pasado ejercicio logró una cifra de negocio de 7,21 millones de euros el pasado ejercicio, en el que alcanzó un crecimiento del 50%, mientras que se prevé que este año el crecimiento se sitúe entre el 25 y el 30%.



En el 2005, MAR DE COUSO incrementó su cuota de mercado a nivel internacional, donde ya comercializa el 33% de su producción. En estos momentos, exporta a Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Holanda, Grecia, Mónaco, Suiza y Luxemburgo y en el presente ejercicio ha elegido el mercado latinoamericano para continuar su expansión internacional. Respecto al mercado nacional, reforzó su posición en los últimos meses y ya está presente en toda la geografía española.





Las conservas delicatessen, de bonito, atún, mejillones o caballa, y el amplio surtido de productos precocinados de MAR DE COUSO, como crema de pescado y marisco, caldeirada de atún o mousse de mejillón al Brandy, han superado con éxito el BRC food, impuesto por la legislación vigente en Gran Bretaña, y el IFS, obligatorio para comercializar productos alimenticios en Francia, Alemania e Italia. La obtención de estas certificaciones de calidad implica el cumplimiento de unas normas de calidad e higiene muy estrictas en todo el proceso. El volumen de producción de la conservera es de 150.000 tarros mensuales, con un catálogo de 25 productos.